miércoles, 31 de marzo de 2010

Dame


Dame la fuerza de tus palabras
que susurran verdades eternas.

Dame la seguridad de tus labios
apoyados en los míos. Callados.

Dame el apoyo de tu sonrisa,
esa suave brisa en las noches calurosas.

Dame cualquier cosa que venga de ti
que yo sabré buscar un hueco en mi almohada.

Dame cosas vanas que aletarguen
este día a día. Sin ti.

Dame una esperanza
para volverte a ver enseguida.

Dame escritos de tu alma
para guardarlos en la memoria.

Dame la melodía
de una oración perdida entre tus sabanas.

Dame caricias con tu pelo,
que se enreden en el mar de mi pecho.

Dame incoherentes conversaciones
que atestigüen mi borrachera.

Dame gemidos inaudibles
que me exijan perseverancia.

Dame imágenes de tu vida pasada
para hacer la historia jamas contada.

Dame un segundo de ti,
para esculpir una mirada en tu mirada.

Dame las horas inspiradas
en tu recuerdo suave.

Dame los rincones
a los que nadie llega.

Dame la mano
con eso me alcanza.

Dame. Dame. Dame, y no me pidas nada.
Dame estas cosas que no cuestan.
Dame, que me voy haciendo de ti
una sombra, un recuerdo,
una persistente estancia.
Así al darme no me das y tú ganas.

martes, 9 de febrero de 2010

Lánzame tus puñales de arena

Lánzame tus puñales de arena
como garfios de hielo
engarzados en la cornisa de tu cuello.
Háblame entre el susurro de la aurora
de lo que los locos deshacen.
La paz llega con la muerte.
Dame paz y entrégate.

EN NUESTRA VIDA HAY RAJAS


EN NUESTRA VIDA HAY RAJAS.
LINEAS ABIERTAS EN LA PARED
LIENZO DESGARRADO, HARAPIENTO.
MANCHAS HÚMEDAS CORROEN EL COLOR.
SE RESQUEBRAJA LO ASENTADO, FIGURADO, PLOMIZO.
VENENO ENSANGRENTADO DE SANGRE BLANCA CAL.
CON NUESTRA HENDIDURA ALIMENTAMOS CANALES VICIADOS
QUE SE UNEN AL RÍO SECO Y OSCURO DE NUESTRA VIDA.

NUESTRA VIDA YA NO ES TINTE
ES COSTRA, HERIDA MUERTA, ENCALLADA, CICATRIZA.
FORMA UN TEJIDO HEDIONDO DE RELACIONES CARCOMIDAS.

LA PARED DE LA CASA NOS IMITA
Y SOMOS ALTAMENTE ALÉRGICOS, POLUCIONADOS
NOS RENDIMOS Y NOS DEJAMOS;
NOS CAEMOS, DERRUMBAMOS. CENIZA.

Brindemos por el macho que cayó


Brindemos por el macho que cayó
si es que quiso la luna.
Por el becerro bien armado
que dejo caer la última gota.

Brindemos por el macho que cayó
si es que la luna le andaba buscando.
Las aguas engullen al último de los rufianes,
mentiroso y altanero. No le quedan poemas.

Brindemos por el macho que cayó
si es que la luna corteja
y en sus labios pone plata
para hacerse mar al alba.

Que caiga la cruz. Se disipe la niebla.
Yo brindo por ti, Cabrón, que te alzas a la luna llena.
Ensalzo tu caída despeñada
y tu muerte baldía.
La esposa lo manda y tu te arrodillas.
Brindemos por el macho que cayó
entre los verdes olivos
a la luz de las tinieblas.

Una estaca en la cabeza


Una estaca en la cabeza
como clavo clavado tengo.
En madera pienso. Astillas secas
encienden hogueras de luz
deslumbrante y molesta.
Pero no logro quemar tu imagen
por que del humo
surge el color de tu piel.
Las brasas dejan el calor
que enciende tu mirada
y me dejo llevar por la melancolía,
dandome de cabezazos contra mi estaca.
Me duele la cabeza porque no me cabes.
Llenas mi estomago de pesares
y tengo malas digestiones.
Tú la culpita no tienes
pero yo, por dentro me derrumbo
y me aferro a la estaca
que clava espinas en mis manos.
Tú no lo sabes
y yo ya no puedo.

Pensar en ti, no me cuesta trabajo


Pensar en ti, no me cuesta trabajo.
Basta cerrar los ojos
y oler mis dedos si te tocaron.
Un árbol, lleno de caricias,
cubrió con savia nueva mi herida.

La distancia me debe un favor.
No seré yo quien te lo diga.
Que te traiga
cuando la soledad me toque.
Recordar es morir un poco
por eso te olvido,
porque quiero la vida.
Entre tu boca y la mía
aún hay un sueño.
Ahora no estoy ciega de amor,
por eso lo digo.

Pensar en ti, no me cuesta trabajo.
Nadie evitará que susurre palabras de amor
a la vuelta de la esquina,
para que el viento
te lleve mi melodía;
la salmodia de lamentos;
las plegarias.

No es de cobardes arrancarse la vida.
Sin compararte: No quiero
que seas la espina.

Pensar en ti....

OjOs vigilantes


OjOs vigilantes
en el morro de un fusil.
Unos ojos que se encharcan en el recuerdo.
Ya no queda sitio a la diestra del Dios Padre.
Lo que pasó nos lo cuentan de cualquier modo.
Una caricia pistola en mano.
La bala, al fin, encuentra sentido en la carne
y al final solo quedan los muertos.

Los niños que no son de esta guerra
yacen en la cuneta.
Un muñeco de trapo en mitad de la acera
y la sangre sobre cubriendo venas.

Cuando el humo se evada,
solo quedarán los monstruos y las ruinas,
emblemas de odio fraterno;
marcharse a cualquier parte
con maletas que no encierran sueños.
Hombrecitos crecidos a destiempo. Tristes.
Sus ojos han visto lo que no venía en los cuentos.

La mitad de la cazuela.


Giro y giro alrededor de tus errores,
peonza o globo terráqueo, según te de.
Giro y giro como tus sentimientos para conmigo
ora aquí, ora allá. Nunca estable.
Giro y continúo girando sin fijar la mirada
como un cangrejo de mar en la cazuela barata.
Todo se me nubla, ojos rojos.
Giro como eco encima de tu cabeza,
equilibrio de gestos y medidas exactas.
Giro y me multiplico por 2. x 1000 ...
Y me pregunto: ¿Cuál es el atractor?.
El agujero negro de la habitación
me impide salir corriendo de aquí,
despedida, lanzada o rota.... ¡¡¡ Córner !!!.

A Esther Ramón


Tanto tiempo buscando un ala,
un reflejo, una bala que me atraviese.

Llegas de pronto dejas tu nieve
y me enveneno en el reflejo.
Aurora inalcanzable

¿Como sanar de ruido para llegar a ti?
Lúcida y despierta, así me reclamas.

Ando por tu sombra, de tus migas.
Envidia que corroe y alimenta.
Me estafo a mí misma. ¡Mísera!.

Te veo ahora y no te olvido.
Luz de recuerdos olvidados.

( " Reses" como una revelación anunciada )

Así, vale que me hablaste


Así, vale que me hablaste
de pretéritos y están hoy vivos.
Así, vale que ayer fue presente
y por eso renace la misma llama que quema.

Así, vale que me conociste
en otras manos y otras bocas y no importa.
Si ahora tú eres vida,
inyectame la sabia de tus sentimientos.
Si ahora tu eres plenitud,
desbordame. Si ya fui tuya, sabré recordar;
Que estoy y no siento lejos de mi.


Así, vale que me concibes
y es por esto que vibro.
Así, vale que la distancia
aviva el fuego que, por callar, no muere.
Es así que el tiempo y el espacio
fluctúan en remolinos, ecos, moduladas mareas....
¿Te das cuenta de lo que esta alquimia protege?,
¿Notas el poder que subyace bajo la piel?

Así, vale que estamos y no.
Así, vale que nos rozamos y no.
Así, vale que creamos y nada es.


Basta decir solo lo bello.
Basta susurrar imposibles.
Basta soñar futuros por si, como pretéritos,
se hiciesen hoy efímeros.
¿Nos basta con eso......?

Desde allá arriba


Desde allá arriba,
la Tierra es una pompa de jabón inocente.
Es un globo azul, sin pecado.
Es una semilla en el espacio
que danza al compás de tres por cuatro.
La armonía de las esferas ignora lo que en ella habita.

Desde allá arriba es una hermosa Luna;
una mágica nota;
una dama boba oculta tras el velo de su propia sombra.
Es un huevo mágico; un protozoo; óvulo fecundado
hundiéndose en la espesura del mar de basalto;
perdiéndose en la oscura noche a la paz de los sueños;
a la velocidad de su propio vértigo;
al borde mismo de lo inexpresado.

Allá donde el negro es denso
y las estrellas no manchan el firmamento.
Allá donde el sonido no ha llegado con el roce de sus labios,
gira el mundo y no nos hemos enterado.

Por la rendija...


Por la rendija
entró su Amor a hurtadillas.

Por la rendija
vi desnudarse, un día, a la Quimera.

Por la rendija
entró un rayo de sol estival.

Por la rendija
vi masturbarse a un amigo.

Por la rendija
penetró el aire fresco de madrugada.

Por la rendija
di besos a escondidas.

Por la rendija
se coló la luz de luna.

Por la rendija
vi crueldades que nunca olvidaría.

Por la rendija
vino la bruja mala.

Por la rendija
intuí estancias vacías.

Por la rendija
se escurrió la Muerte un día y se llevó
un sueño en forma de niña.

Somos mar por dentro.



Somos Mar por dentro.
Como árboles y bacterias,
llevamos el recuerdo de la Madre, y su seno.

La piedra está llena de tierra
y la llama de aire,
aire que la insufla o apaga
como el agua da vida y ahoga.

La piedra vive su sueño eterno entre asperezas;
se hace fénix entre el fuego;
se desmembra cual Osiris. Arena es la piedra.
Nosotros: levedades.

Es el aire quien oxigena y oxida.
Vacío al que nada puede por que es el seno del espíritu
eterno,
la nada a vista.
Se siente frío, soplo, brisa, aliento cálido.

Estamos rellenos de agua.
Vivimos como cualquier otro ser. No ente.
En nosotros perpetúa su memoria.
La memoria es la vida.

Nos haremos tierra mineral cuando se cierre el círculo.

Piedra, suelo, fuego, mares, ... viento solar.

Calor a la vida húmeda.
Oxido en el aire y tras sí; Soledades muertas.