martes, 9 de febrero de 2010

Brindemos por el macho que cayó


Brindemos por el macho que cayó
si es que quiso la luna.
Por el becerro bien armado
que dejo caer la última gota.

Brindemos por el macho que cayó
si es que la luna le andaba buscando.
Las aguas engullen al último de los rufianes,
mentiroso y altanero. No le quedan poemas.

Brindemos por el macho que cayó
si es que la luna corteja
y en sus labios pone plata
para hacerse mar al alba.

Que caiga la cruz. Se disipe la niebla.
Yo brindo por ti, Cabrón, que te alzas a la luna llena.
Ensalzo tu caída despeñada
y tu muerte baldía.
La esposa lo manda y tu te arrodillas.
Brindemos por el macho que cayó
entre los verdes olivos
a la luz de las tinieblas.

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