Solo habita mi cabeza la imagen de su próxima dosis;
buscándolo bajo las piedras, en lugares prohibidos, malsanos.
Callejones.
¡¡Mírame!! carne delgada, ya no me alimento, no entro en sueño.
Embobada deambulo todo el día
buscando y robando caricias
por las calles oscuras de mi centro.
Me trae por la mala vida pensando y haciéndome daño
y no puedo vivir sin ello.
El “mono” me esta matando pero no busco rehabilitarme.
No deseo buscar engaños, ni placebos, por que no quiero salvación.
¡¡ Mírame !! Soy un trapo, ni baba oscura de lo que era.
Quisiera tenerlo: ¡¡Ahora mismo !!....
ya sin dolor.
Cara me cuesta la muestra de su presencia
para el poco tiempo de pasión que da.
¡¡ Pero que sol !!
Necesito la dosis de cariño de sus manos,
sus palabras dichas a medias,
sabores que no extraño.
En el callejón lóbrego
de mi extrarradio.
Temblores me abaten como orgasmos mudos y descoloridos.
¡Todo el día presente, clavado como un clavo en medio de mi frente !.
Respiro y vivo por y para él.
Nada me calma este llanto frío
sino sus palabras inéditas
en mitad de la noche: ¡¡ Lo quiero tanto !!.
Tanto, tanto ...
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