Recetas de migas

No quiero colmarte. Te aburrirías de mi.
Quiero dejarte siempre con sed para que me busques entre las sábanas
si estas están frías.
Me encuentres en tu horas
si estas están vacías.
Para que me toques en tus sueños
si estos te desvelan.

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Eras grande amor.
Cuando tu mano tocaba la superficie
de mi deseo
se ensanchaba el aire.
Respiraba fresco sentimiento
gozoso.
Inundémonos ahora de palabras
puesto que parece que no dañan.
Son las palabras a flor de piel las que escuecen.
Si te maltratas con pensamientos
es mi cariño el que insultas.

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Convencerte con mi voz quebrada.
Desarmarte con mi mirada húmeda,
en un paso a dos lento y etéreo
por encima de nuestras posibilidades.

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Mi amor por ti era tan ancho que abarcaba los daños colaterales
las decepciones y esfuerzos diarios
los desencuentros y deserciones.
¿Tengo cobertura en tu mirar?.

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No pienso renunciar a las lágrimas.
Para ello tendría que mentirme
y crear costras fétidas.

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Está mi alma como tela vieja
dispuesta ya a hacerse jirones
por la brisa de tu recuerdo.
Pasó la cifra, que no el número.